Gente hay para
todo, y de sobra, los hay metiches, escritores (escritores metiches
(periodistas)) alcohólicos anónimos, borrachos conocidos, científicos, locos (esta
combinación está demás decirla) corruptos, asesinos, policías, tontas y locas (“esas
son las más fáciles” Rabinovich!) fieles, infieles, enamorados, atormentados,
decepcionados, cagados, y otro montón de “ados” pero en este mundo a veces me
parece que sobran (porque yo no sobro) los atontados, los amoldados, los
amaestrados, los estupidizados, idiotizados y los demás… generalmente al día
uno se topa con más de uno de estos (algunos con más de uno de los síntomas) con
el tiempo uno va aprendiendo a lidiar con esta gente, algunos de esos síntomas
se le contagian, tampoco es que somos inmunes a ellos, pero lo más cansado de
todo, es cuando la gente se abusa, se pasa de estúpida, que hay que darles
ejemplos con naranjas y manzanas para que puedan sumar 1+1. Y como decía al
principio hay gente para todo, algunos, solamente por usar el calzoncillo por
encima del pantalón ya son vistos como héroes, otros que se abusan de sus súper
poderes (políticos) para demostrar con mayor fuerza el egoísmo humano, que a
pesar de ser seres sociales y sociables, somos además “ensuciables” con mentes
sucias y con una mentalidad de hacer crecer su capital económico día con día a
costa de los de más abajo, pero bueno, ya ese es un tema casi trillado (y hasta
aburrido).
Hay otro tipo de
gente que la ambición de grandeza se queda más corta, más modesta digamos, son
esos que desde que los conocemos decimos (y en muchos casos sin equivocarnos)
que “este es un pelmazo” y recordamos la frase de que “no juzgues a un libro
por su portada” pero vayan al perfil en el “cara de libro” y vean la portada de
más de uno de estos (que en las redes sociales pululan por millones (y de euros
que valen más que nuestra desgraciada moneda)) y se darán cuenta de que en
definitiva da vergüenza ser humano. Y también los hay en la vida real, de esos
que aparentan ser muy cargas y muy nobles y no son más que unos hipócritas, que
al conocerlos dice uno, puta! Si me equivoqué, pensé que este era malo pero
solamente es un farsante, es esa gente que cuando está uno en esas famosas
inducciones empresariales el líder nos solicita que nos presentemos, algo así
como el nombre, donde vives que te gusta y que no… parece simple de responder,
pero hay gente que se dedica a hacer una autobiografía a base de mentiras, con
nombre y residencia no, pero con los “no me gustan” no se engañan ni solos y
hablan de más, - no me gusta la gente hipócrita, no me gustan las mentiras, no
me gusta que la gente hable a mis espaldas, al contrario si me tienen que decir
algo prefiero que sea de frente- ah pero llega uno a conocerlos y los ve
hablando y comiendo gente, hablando de peinado de fulanita, los zapatos sucios
de sutanito, el pantalón de menganito, que panchito no tiene carro y cuantas
tonteras más se pueden enumerar aquí, y llega uno a decirles algo de frente, y
lo que hacen es acusarlo con la mamá (Kiko) enojarse, y te ganaste a alguien que de por vida va a
hablar mal de ti, y entonces? No era que no le gustaba la hipocresía? Como me
decían por ahí hace poco, yo, al presentarme, simplemente digo mi nombre y
donde vivo, y no me gusta planchar ropa.
También los hay
(y por montones) los lame bolas, lava huevos, los brochas, los serruchos, los
esquiroles (que algunos caben dentro de este grupo), o como les quieran llamar a
esos que andan adulando al jefe, haciendo favores y jugando de “yo amo a esta
empresa y pelearía por ella”. Si a las empresas uno no les importa, todos somos
números, cifras, cantidades, solamente eso, pero para aquellos que quieren la
vía fácil para crecer, piensan que con este “lamebolismo” lo van a lograr más
rápido, pero cuando sean despedidos, la empresa, el que te despida ni se va a
acordar de esos favores, todos conocemos a alguien así.
También está el
que juega de rebelde, el que se la pasa todo el tiempo en un misterio, callado,
jugando de pitufo gruñón, y en las conversaciones grupales solamente es uno más
de la pelota, otro farsante. Y los hay muy pocos que sí son al menos
diferentes, digamos que más difícil de encasillar.
Pero ahora este
mundo es toda una novela, todo se pasa en un drama siempre, tratando de crear
suspenso, pero ya todos conocemos el desenlace de los hechos con solo ver a los
protagonistas en acción. Por eso mejor, no hablemos, trabajemos (ya que somos
pobres), vivamos aunque tengamos que morir en el intento (ya que un funeral es
muy caro (y somos pobres)) y no invente lo que ya está inventado, no trate de
ser diferente a los demás, trate de ser igual a usted y no trate de hacer que
otras personas se parezcan a usted o piensen igual a usted (ni a mi) porque se
nos termina de ir a la mierda este mundo!