6/11/10

el mejor consejo

hace varios días que he tenido cierto deseo de hablar de este tema... ahora me decido porque el viernes me sucedió algo no tan interesante pero me puso a pensar en lo sucedido

Ya estaba listo para descansar y ver TV cuando me llamó uno de mis sobrinos para que lo llevara a un entrenamiento de fútbol sala, pues me levanté y me fui (aunque no sea el buen tío que hace eso pero que importa, no es el tema de hoy) lo acompañé al entrenamiento y como conozco al señor que cuida carros fuera del gimnasio, me fui a fumar un cigarro y hablar con el señor, al rato llega un personaje no tan gracioso, y empezó a hablar con nosotros sin que lo hayamos invitado, y como todo buen paracaidista, lo hizo de manera tan excelente que terminamos hablando de él y de su última novia que el “quiso” (ya les digo porque entrecomillado), no se como hizo pero después de unos pocos minutos ya él estaba hablando de eso… nos contó como la conoció, como se hicieron novios y como terminaron y además como la “superó” (ya lo verán)… después de más de 20 minutos hablando seguíamos hablando del mismo tema, lo que indicaba que no la había superado y que todavía la quería, o quiere, podrán pensar que es un poco prematuro hacer tal acusación pero intenté cambiar de tema varias veces pero parece que todo terminaba en que él asociaba ese tema con el de la ex… fue increíble como el tenía casi premeditado o pensado llegar de nuevo al mismo tema una y otra vez… pero mi punto principal es aquel entrecomillado, porque él con cada palabra demostraba el vacío que le dejó la mujer y que él llena con palabras sin sentido y aún más sin sentido para mi… era a quien menos le importaba escuchar sus problemas amorosos, por eso mismo le cambiaba de tema… al final, terminó el entrenamiento y me vi casi obligado (por cuestiones sociales, por cumplir con esas reglas sociales del respeto y de escuchar a otros que están hablando) por la mala suerte de que el señor que cuida los carros ya se había zafado hacía mucho rato, (pequeño demonio (es que es pequeño de verdad, más que yo)) al final terminó su discurso de decepción amorosa diciendo que un día que se disponía movilizarse hasta Cartago para saber que había sido de su ex, después de 3 años de no tener contacto con ella, se encontró a otra muchacha que lo llevó al culto (si le cambiamos el orden a culto diría “culot”) el pastor dijo que “Hermanos, no vivan en el pasado, superen esos temores del pasado, traten de vivir el presente, no le cierren oportunidades al futuro”, eso no fue lo que dijo pero tenía que sonar poético por haberlo dicho un pastor (al menos eso creo yo, nunca he escuchado uno), así que a final de cuentas el joven (no tan joven) tuvo que viajar desde San José hasta Cartago solo para escuchar a un bombeta decirle algo que el debía haber intuido desde el primer día de soltería…
Por lo tanto el mejor consejo es aquel que uno no quiere escuchar en esos terribles días de separación, la vida apesta y apesta aún más que le digan la verdad en la cara a uno.
Está este otro caso de un compañero del trabajo que terminó con su esposa hace algunos meses, y al final, después de muchas lloradas, después de que un día le dije, ¿mae porque no se peinó hoy?, me contó como había terminado con la esposa, extraño verdad, más extraño es el hecho de que yo le haya preguntado algo a él, no es que no le hable, es que no me importa en realidad… pero como dice un amigo, “nunca le pregunte a nadie que como se encuentra, porque corre el riesgo de que le contesten y le cuenten” y con toda razón lo dice.
Ahora el compañero de trabajo anda hablando con todo aquel estúpido que le pregunte que como está y contándole todo aquello que a nadie le debería importar, con suerte para él que aquí hay un montón de “sapos” interesados en las vidas de los demás para poder tener algo que comentar con sus compañeros de departamento por medio del chat o a la hora de almuerzo o salida del trabajo… este compañero es otro que anda en busca de un buen consejo, yo solo le dije “Diay si mae, disfrútelo ahora que puede”  pero el muy tonto no me quiso hacer caso, ahora le pidió un consejo a dios y le dejó todo en sus manos, eso fue lo último que le escuché diciendo, todo lo demás que habló a partir de ese momento fue “bla bla bla bla”
Por lo tanto, no es necesario andar buscando consejos de extraños, menos de mi, no se como dar (y es en serio) no se como dar un consejo o palabras de aliento, puedo dar palabras con mal aliento después de almuerzo o a la hora de levantarme que uno tiene ese aliento a mierda.