19/4/12

Emergencias... solo con cita previa


Un mal día para tener pereza?  No lo creo, últimamente me ha dado pereza casi que todo en la vida, desde levantarme hasta ir a dormir, todo me da pereza (hasta hacer columnas como se darán cuenta), creo que se debe a la anemia que me detectaron hace un tiempo atrás, la verdad es que la vida se me ha tornado diferente en el ámbito laboral, el hecho de que ahora controlen cada uno de mis movimientos durante todo el HP día, y es que en estos días trabajando en uno de esos llamados call centers tan famosos en estas épocas en este país, me he dado cuenta de lo equivocado que estaba al querer trabajar en uno de ellos cuando era más joven, honestamente ni sabía que era un puto call center, ahora que lo sé, no me gusta el trabajo, la gente, la demanda, el servicio, las constantes disculpas de mi parte (vacías en casi todos los casos) y que tienen que ser brindadas debido a la estupidez humana (que en este caso me exime por completo) y el mal funcionamiento de los dispositivos que son vendidos por esta multinacional, gigante del mercado mundial, multimillonaria, que podría brindar un millón de dólares a cada uno de los habitantes del mundo y ni siquiera sería una pérdida (como regalar un confite de la bolsa de 100 confites te quedarían 99 para el disfrute del dueño de la bolsa de confites) y aun así se regatean precios, costos,  manufacturas y demás, para que al final me estén recordando a mi madre y le inventen una profesión que nunca tuvo a causa de la estupidez de otros y no la de ella ni la mía, y todo por un salario que no obtendría fácilmente lejos de la computadora y de la central de llamadas esta, en otras palabras lejos de este teléfono que incesantemente suena todo el día para responder en un idioma el cual no domino bien, ni él me domina, del cual he dejado de disfrutar y ver como un candado en la lengua en vez de una alegría en donde sea que se presente, por lo tanto, no es un día para estar feliz, tampoco lo es para estar triste, ya que a fin de cuentas cualquier  brete es feo, no hay cincha que no chime decía mi abuelo, así que esté donde esté siempre va a ser la misma mierda, el mismo olor y la misma vida, la misma porquería que siempre será, así que ahorita lo que queda es la resignación y aunque suene ñoño la lucha, luchar por salir de esta miseria, como decía un compañero ahora, “primero tengo que pertenecerme para que algo me pertenezca” claro, el mae va a renunciar y trabajar para él mismo, ser su propio jefe, es el ideal de casi todo el mundo pensante y no mediocre! Pero no a todo el mundo se le hará realidad, lamentablemente siempre habrá quien se aproveche de la necesidad de otros para hacer sus riquezas más ricas y nuestras pobrezas… más pobres.
Por otro lado hablando de mundos mediocres, algo que he escrito algunas veces (hace mucho tiempo ya) y es la calidad de vida en San José no tiene nada de grandioso (como era de esperarse) la vida en la ciudad, no en cualquier ciudad, en una tercermundista, no por el desarrollo de la ciudad sino por la mente mediocre que nos acompaña, la incapacidad de poder hacer algo bien por nuestra cuenta, si no es por el impulso de otros no hacemos nada, lo digo porque el problema con los congestionamientos en Costa Rica es un problema más que conocido, es algo de lo que la gente se ha quejado por años, son años de años que la gente de Heredia por ejemplo (y la de afuera) sabe que entrar y salir de esa provincia es básicamente ir a la calle a perder el tiempo, es tiempo perdido en presas, desde que estás saliendo de Heredia hasta que llegue a San José (para meterse en otra y en otra y así hasta llegar a la casa) y todo esto ha sido por años porque tenemos calles que fueron planeadas (tal parece) para andar en carreta o a caballo, pero no acaballado en carro ya que las calles de este país se planificaron hace unos 50 años y aún mantienen esa estructura, así que es toda una osadía andar por las calles de Costa Rica, ya sea por las presas o bien por los animales que andan conduciendo por ahí,
Cada estúpido en la calle que uno se sorprende, sería que consiguieron la licencia en una bolsa de maní, se las regalaron para navidad? O simplemente la encontraron tirada en el suelo!! Es increíble como la gente se estupidiza por un poquito de lluvia que caiga, algo que estas carreteras no toleran (los estúpidos ni las lluvias) pero bueno, con todo esto y los choferes de carros (yo no tengo carro y no manejo (ni mi carácter)) no hacen más que lo que yo hago, quejarme, pero yo ante nadie, ellos ante las cámaras de alguna televisora, cuando topan con “suerte” y los entrevistan en esos canaluchos de TV y se quejan, pero en realidad, eso es todo, de una hablada de paja no pasan, igual andan como estúpidos en las calles, al día siguiente es la misma mierda, en mi caso, que ni manejo, me toca lidiar día a día con presas de carros y más carros en un mismo sector, tanto así que el avance de los vehículos es: en 25 minutos se avanzan 1.5 kilómetros, lo cual termina siendo desesperante ver tan poco movimiento y dos policías de tránsito “trabajando” arduamente (solamente moviendo sus manitas de un lado para el otro para que los carros avancen, algo que ya sabían que tenían que hacer) y en eso se ganan la vida, sus padres (los de ellos) se han de sentir “muy orgullosos” con tan ardua labor realizada…

Y ya por último para hacer referencia al título pues les cuento que en estos últimos meses no me he sentido tan bien de salud, hay una jaqueca o migraña o lo que sea que me ha atormentado, que (ya sea por vagancia o por lo que sea) me ha sacado del trabajo, me han mandado para la casa, me han puesto sueros e inyecciones a más no poder, me han hecho de todo y aquí sigo, pero el asunto es que en los últimos días me ha tocado ir al servicio de emergencias para ser atendido, sin embargo, hablando ayer con un amigo, le comentaba que el concepto de emergencia que yo tengo es muy diferente al concepto de emergencia que manejan en estos centros de atención, ya que después de cuatro horas de estar en espera me atendieron, incluso atendieron primero a 7 personas que llegaron largo rato después de este servidor, aun así no se veía que las emergencias de ellos fueran más graves que las mías.
Lo bueno es que en estas 4 horas de espera me sirvieron para observar algunas situaciones bastante inusuales. Lo primero que vi fue que el centro hospitalario presta sillas para aquellos que no se pueden valer de si mismos para caminar, sin embargo, hay un inconveniente y es que las sillas no pasan por las puertas de dicho centro, lo cual es bueno porque no se las pueden robar, malo porque al fin y al cabo el enfermo desvalido igual termina caminando para pasar las puertas, segundo notado fue la reacción de la gente cuando algún otro enfermo se les sienta a la par, extrañamente todo el mundo arruga la cara en expresión de “este que tendrá, y si se me pega??” será contagioso? Yo por mi parte no me siento a la par de nadie, aunque tenga una fractura, después me contagian… lo estúpidos y feos (ya tengo suficiente de los dos como para que me peguen más). Luego una señora (no) muy amablemente me mandó para  farmacia y cuando miré a mi alrededor, solo habían dos puertas que estaban rotuladas y decían “hombre” y “mujer” así que como se darán cuenta, no había la tal farmacia, aparte de esas dos rotuladas correspondientemente, había otra que decía en letras gigantes “favor no tocar la puerta, ya será atendido” y llega esta señora (bien ciega seguro) y toca la puerta y me pregunta, hay que tocar la puerta?? Así que casi la bota y yo simplemente señalé el gran y obvio rótulo sin decir nada…
Luego tuve una pequeña conversación con la persona que al parecer era la recepcionista, ya que le llegué a preguntar que si debía sacar cita también para las emergencias,  ya que la espera se me hizo demasiado larga y tediosa, rodeada de tanto enfermo, algunos al parecer no estaban tan enfermos y lo único interesante que vi en toda la tarde fue una conversación de un indigente “consigomismo” se peleó y perdonó solo un momento, luego vi que la sala de espera no era grande, tampoco tenía mucho espacio donde sentarse así que la gente llegaba y se sentaba en las sillitas provistas para los recién llegados, sin importar si el que ya estaba ahí estaba muy enfermo, o era de la tercera, cuarta o hasta quinta edad y el guarda, llegaba a quitar a la gente de esas sillas por si llegaba alguien a sentarse, algo que tal vez nadie más entienda, si todos los que estaban ahí estaban enfermos…
Así que por mi propio bien no me vuelvo a enfermar, si pudiera no saldría de nuevo de la casa…

Y ya para despedirme…. Me despido!!


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ya te lo apruebo, no desesperes...