17/7/10

los efectos secundarios son los mejores

Todo inicia con una decisión de último minuto por un mensaje que recibí (malditos celulares) llegué a mi casa y luego fue todo historia, viaje largo a Cartago luego a Casa Mata para luego viajar hasta la casa y después de una cuantas cervezas inició un viaje por un mundo lleno de humo de color, textura y olor diferente, con un matiz de relax y felicidad acompañado por la extraña sensación de no saber donde estaba conociendo perfectamente cada uno de los detalles del aposento, con el tiempo la sensación de tranquilidad se convirtió en sueño y sueño y más sueño hasta que este me venció, al día siguiente solo tenía cierta cantidad de sed, no por las birras…
Los días transcurrieron y nada especial sucedió… hasta el siguiente fin de semana que en un viaje más tranquilo llegué a mi casa para comer una pizza que mi papá había cocinado, luego partí con rumbo hacia ningún lado cuando llegamos ahí mi hermano y yo y encendimos, oh instrumento mágico!! Ay por ese aroma!! Me cautivó de tal manera que aún hoy lo recuerdo como si hubiera sido hace 5 minutos, pero bueno el punto de todo este cuento es por el viaje después del viaje, un par de “besos” a la pipa y mi mundo cambió por completo, me transformé en otro, sufrí a lo Kafka una metamorfosis, mudé de piel, me salí del cuerpo (experiencia extra corporal (jag lake me corregirá si no es así)) y mi mundo siguió rotando en si mismo a lo Tufemo en sus viajes por el tiempo (ya lo sabrán) el mundo viajaba y viajaba, estuve a dos metros del río y sin moverme de donde estaba terminé a casi diez metros del susodicho, luego viajé al “centro” del pueblo y al frente de mi casa para quedarme en el carro escuchando Nirvana, disfrutando, viajando sin moverme de donde estaba disfruté de esas imágenes homerescas, daliescas, anduve por el mundo surrealista, el cubismo fue parte de mi (no era yo parte de él) el cubismo… el surrealismo… Dalí… esos elefantes con jirafa con miedo con vida con valentía con ciencia pero sin conciencia (por lo menos yo) mi vida cambió de forma, de realidad, de mentira, de ciencia, de ansiedad, de ganas, de vida, de todo cambió, sin embargo el mundo nunca dejó de ser el que era, nunca se movió de donde estaba y sin embargo viajé por aquí, por acá y por acullá (maldito don quijote)las imágenes distorsionadas llegaron a acompañarme, la paranoia, mi mejor amiga y principal acompañante. Las noches son interminables pero cortas a la vez, la náusea y el deseo de dormir me termina de vencer, caigo dormido, pero aún así el mundo “despierto” (quien sabe si en realidad lo dormido es lo despierto y lo despierto es lo dormido) en fin, mi estado anímico cambia, mi cuerpo se sale de mi, me salgo del cuerpo, ya no soy yo, ahora solo soy un puño de huesos y algo de carne, luego soy tan pesado que la misma tierra no me aguanta, y a partir de ese momento sigo siendo pesado, ya la levedad me abandona, por mi bien me abandona, dejo de ser leve, las imágenes distorsionadas siguen presentes, esta vez, Dalí desearía ser como yo, estar en mi lugar y plasmar esas imágenes en óleos, maquetas, dibujos, en su mente, aunque se que Dalí sin necesidad de psicotrópicos veía esas imágenes, siempre lo acompañaron, la demencia era para él lo que para otros es un día de trabajo, es un día de camping, para mi es la inconsciencia y esa es la que busco durante los momentos de ocio, los momentos de… no se si será felicidad lo que busco o lo que consigo, pero me siento bien, aún no logro disfrutarlo por completo, me falta canalizar ciertas sensaciones que no logro controlar, pero eso no es importante ya que es parte de la sensación de... extrañeza o de tristeza o de alegría, el punto es que me sentí sumamente bien y me sigo sintiendo así y después les escribo que ya me está esperando otro puro… y está bueno bueno